El handball se incorpora a los Juegos Nacionales Evita en 2003, año de reaparición de estos certámenes de deporte social tras su suspensión en 1976.

Los orígenes de esta disciplina se remontan hacia finales del siglo XIX en Dinamarca, Alemania y Suecia. Los profesores alemanes Karl Schelenz y Max Heiser lanzaron, en 1915, este nuevo deporte al que llamaron handball. A través de sus alumnos, Schelenz logró difundirlo por toda Europa y alcanzó su consolidación como disciplina en 1928 con la creación de la Federación Internacional de Handball, durante los Juegos Olímpicos que en ese año se disputaron en Ámsterdam.

Es un juego donde se enfrentan dos equipos con siete integrantes por lado: seis jugadores de campo y el arquero. El campo de juego tiene una dimensión de 40 x 20 metros, y los arcos miden 3 metros de ancho por x 2 metros de alto. Un área de 6 metros rodea cada uno de los arcos y es donde los arqueros pueden permanecer.

Para marcar un gol los jugadores deben realizar el lanzamiento detrás de esa línea del área o dentro pero lanzando la pelota estando suspendido en el aire tras saltar la línea. Los partidos tienen una duración de dos tiempos de 30 minutos cada uno, con 10 minutos de descanso, y gana el equipo que marca más goles.