La interpretación de la expresión “Juego Limpio” podría limitarse únicamente a revisar el cumplimiento de un conjunto de reglas que debería ser respetado cuando se está practicando un determinado deporte. Sin embargo, conceptualmente, lo que implica dicha expresión es mucho más que eso: Al respeto por las reglas durante un encuentro deportivo, se le suman con igual valoración el respeto por sus oponentes y por el espíritu deportivo.

Desde este punto de vista, “Juego Limpio” como concepto integral está relacionado íntimamente con acciones positivas orientadas a la combinación de aspectos lúdicos, de solidaridad y de compañerismo. Cuando se habla de juego limpio, lo que se intenta promover es la amistad, trasmitir la importancia de jugar en equipo y fomentar valores y principios relacionados con la integridad ética y moral.

Durante los últimos años, el concepto de juego limpio no sólo se ha centrado en los participantes sino que se ha extendido a todos y cada uno de los que conforman las delegaciones que asisten a las finales nacionales y aportan, desde diferentes áreas, a llevar adelante una verdadera “fiesta del deporte”.

En las finales nacionales de los Juegos Evita, la entrega de la “Copa Juego Limpio” se realiza en el contexto de un evento, donde la provincia qué más méritos tiene, es distinguida por sus valores, su compromiso, su compañerismo y solidaridad, independientemente de sus logros deportivos.